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En la tarde del pasado lunes 31 de octubre tuvo lugar una charla impartida por Pedro Ballesteros, convocada por el Consejo Regulador de la DOP Gran Canaria, bajo el título «Los vinos de Gran Canaria vistos desde fuera». Con un gran éxito de convocatoria, por encima de 100 asistentes que llenaron la sala del Gabinete Literario para escuchar a una de las voces más influyentes del sector en nuestro país. Único Master of Wine español en la actualidad, Ballesteros es además un hombre muy ligado a Canarias, pues aparte de venir con frecuencia y seguir de cerca la evolución de los vinos de nuestra zona (como las del resto del mundo) sus padres nacieron en Gran Canaria y por tanto conserva parte de su familia en la isla.

Tras la bienvenida inicial y la presentación por parte de la Gerente de la denominación de origen, Vanessa Santana, Ballesteros protagonizó un discurso enérgico y convencido, dirigido fundamentalmente a los bodegueros asistentes con la intención de hacerles ver qué necesitan los vinos de la isla para tener mayor proyección internacional y encontrar un mercado en el que encajar, basándose en la búsqueda continua de la excelencia, la ponderación del origen y el paisaje y la puesta en marcha de una estrategia común en la que todos deben tomar partido.

Pedro Ballesteros Gran Canaria
Comenzó su discurso con un dato esclarecedor: la captura de pantalla de una noticia en la que Gran Canaria celebrara un aumento de la producción de vinos de aproximadamente un 16%, alcanzando las 600.000 botellas al año. Automáticamente hizo ver a la audiencia que esta cantidad es irrisoria si la comparamos con mercados cercanos, pequeños, en los que una sola bodega es capaz de producir esta cantidad por si sola. Seiscientas mil botellas no son nada. No da ni para una botella por grancanario al año. «¿Y cuántos turistas nos visitan… Ocho millones?. Está claro que algo estamos haciendo mal»

«Es importante incidir en que el vino primero tiene que ser valorado aquí, y luego fuera. Gran Canaria no se puede permitir hacer vino barato. Esto va en contra de la naturaleza y del sentido común. Sólo es interesante salir a mercados exteriores cuando tienes un vino de mucho valor». Ballesteros continuó añadiendo: «No hay facilidades para producir barato, y si nos dedicamos a sacar producto para luchar en un mercado a base de pelear precios, nos estaremos pegando un tiro en el pie«. 

Posteriormente aportó una serie de datos interesantes al respecto de cómo han llegado a ser tan conocidas y comerciales determinadas zonas vinícolas: «Todos los grandes vinos del mundo lo son porque alguien extranjero los valoró. Es el caso de Burdeos y Jerez, con la influencia de los ingleses. También los americanos necesitaron de un mercado extranjero como el francés, en el que en catas a ciegas sus vinos quedaron por encima (cosa que supuso un escándalo en su momento) Eso y no otra cosa fue lo que situó en el mundo vinícola el Valle de Napa y otras zonas estadounidenses.». Recordó también con una imagen del núcleo económico actual de Reino Unido, en Londres, el «Canary Wharf» (Muelle Canary), llamado así porque en ese lugar se importaban y descargaban los «Canary», los famosísimos vinos dulces producidos en nuestra tierra que tan apreciados eran hace siglos. «¿Por qué no volver a conseguir algo así? ¿Y por qué no utilizar el término «Canary» como una marca para acercarnos a estos mercados?«. 

«Cuando el vino grancanario esté listo, tiene que ser apreciado por extranjeros». Hizo referencia a la visita que realizó Jancis Robinson hace unos años a Tenerife, donde pasó unas pequeñas vacaciones. Tras ello, la famosa crítica vinícola ha escrito varios artículos valorando muy positivamente los vinos tinerfeños y eso sin duda ha supuesto un cambio radical en cómo se ven actualmente los vinos de esta isla en el exterior. «Que se lo pregunten a Suertes del Marqués. Ahora nadie lo discute y ahora sus vinos son más apreciados y más valorados (también en precios) que nunca. Y esto lo consiguió alguien de fuera, que nos visitó, y tras su marcha lo contó. Otra vez hizo falta alguien extranjero». Recordemos algo similar que ocurrió hace unos meses con el artículo que Matt Kramer publicó sobre nuestro «Paisaje de las Islas» Forastera gomeraque pueden leer completo en este link

Dejó claro que utilizar exclusivamente las variedades autóctonas como argumento de venta es interesante para diferenciar, pero no es un elemento de mercado. «Lo que sitúa la excelencia, la singularidad, lo que emociona verdaderamente al público potencial que consumirá los vinos de Gran Canaria en el futuro es el origen. El paisaje. En eso es en lo que hay que hacer hincapié«. Debemos trabajar para conseguir embajadores, líderes de opinión, acuerdos, apoyos institucionales» 

Como gran conclusión a la jornada: «Gran Canaria no necesita seguir tendencias. Necesita hacer vinos puros, con personalidad, que sean capaces de reflejar un origen y un paisaje. Ustedes no están ni estarán nunca en el gran mercado, sino en ‘el terreno de los sueños’. Y estoy convencido de que trabajando de manera conjunta, los vinos de esta isla llegarán a esos mercados donde lograrán ser valorados como lo que son, rarezas excelentes capaces de emocionar a los paladares más intrépidos«