Cuando alguien quiere criticar el exceso de maderización de un vino a veces utiliza la expresión “sopa de roble”. Igual lo has escuchado o leído en alguna parte. Y es un concepto que ha hecho daño al mercado del vino español visto desde afuera. Si bien (como en todo) no es bueno generalizar, esto tiene cierto fundamento. Aunque ahora hay un cambio de tendencia en el consumo, hace años se entendía que los “vinos buenos” eran los Reservas y Grandes Reservas de las zonas más comerciales, con largos procesos de crianza en barricas y por tanto mayor oxidación y reducción. El vino recibe a lo largo del tiempo de estancia en el roble demasiada madera y el resultado no gusta a todos los paladares.
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