El factor humano, sin lugar a dudas, es importante. El sumiller o responsable de los vinos debe tener buenos hábitos y estar preparado/a. Cuidar todos los detalles, como la temperatura de servicio, el maridaje, la oferta de vino por copas, la actualización frecuente de la carta, así como la limpieza, calidad y variedad en la cristalería. Con seis tipos de copas cubres un porcentaje alto de vinos. Puede parecer exagerado pero lo básico son dos copas diferentes para blancos, otras dos para tintos, una para espumosos y otra para vinos de postre.