Explorando los Vinos Naturales de Tenerife
Recientemente, nos sumergimos en una experiencia única al visitar las Bodegas Marzagana Elementales en el hermoso norte de Tenerife, junto a dos de nuestros clientes del sector de hostelería, Alejandro Bleda y Alieé Chouha, quienes comparten con entusiasmo sus vivencias en este viaje extraordinario.
Fuimos el equipo de asesores y comerciales de Vinófilos Gran Canaria, patri, Ali y Ale, y por Tenerife Fran y Víctor. Fuimos porque queríamos mostrar los viñedos tan impresionantes que tiene Marzagana para que los tocasen, los oliesen y los sintiesen.
En esta ocasión nos acompañaron un nivel alto de profesionales: Yaiza del restaurante Embarcadero, Manuel del restaurante Tabaiba, Borja del restaurante Sabor, Vanessa del restaurante Ailoveyou y Rafa del restaurante Poemas entre otros.
Alejandro Bleda compartió con entusiasmo su vivencia en este viaje extraordinario. Ubicada en el encantador Valle de la Orotava, a unos frescos 750 metros sobre el nivel del mar, las Bodegas Marzagana Elementales ofrecen una vista impresionante del vasto Océano Atlántico, cuya influencia se refleja en cada sorbo de sus exquisitos vinos naturales.
Los viñedos, algunos de los más antiguos de Canarias con hasta 400 años de historia, son cuidados con esmero siguiendo el método tradicional «en mesa». Esta técnica, transmitida de generación en generación, protege las vides de enfermedades fúngicas y promueve una maduración óptima gracias a una adecuada ventilación de las parras.
En la modesta pero cautivadora bodega, las barricas, utilizadas un mínimo de 10 veces, permiten que el vino se desarrolle de manera natural, respetando su pureza. Aquí, cada mosto se mantiene en sus lías durante un período determinado, otorgando al vino una estructura y complejidad únicas.
Claudio, el maestro detrás de estos elixires, es un ferviente defensor de la biodinámica, siguiendo las leyes de la naturaleza en cada etapa del proceso de elaboración. Sus vinos, nacidos y criados en sus propios viñedos, son un reflejo de su pasión y compromiso con la autenticidad.
Por su parte, Alieé Chouha destacó la filosofía de la bodega, donde el trabajo del campo es completamente manual, sin el uso de tractores. La agricultura biodinámica, guiada por los ritmos de la luna y los astros, busca armonía y fertilidad en el suelo.
La conexión con lo elemental se manifiesta en cada aspecto de la bodega, desde el homenaje a los cuatro elementos hasta los diseños artísticos de los envases, obra del hijo y la esposa de Claudio.
El vino «El Roque» ejemplifica esta conexión, con una historia que se remonta a una viña de más de 300 años y una cata que revela la esencia misma del terruño.
En conclusión, estamos profundamente agradecidos por la oportunidad de explorar estas bodegas, donde disfrutamos de vinos excepcionales y compartimos la sabiduría y pasión de Claudio y su familia. Una visita a las Bodegas Marzagana Elementales es una experiencia que no se puede dejar pasar para los amantes del vino y la naturaleza.
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