Todo el equipo de Vinófilos en Canarias visitó hace unos días los viñedos y bodegas del grupo Juan Gil -Gil Family Estates- en Jumilla. Fruto de esta visita publicamos hoy este artículo
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Qué poco sabemos y cuánto hablamos sin saber. Parece que en este país ser grande es criticable en algunos sectores, pero es obvio que necesitamos empresas más grandes que generen riqueza y que, más aún, que estén dirigidas por personas ejemplares con una trayectoria impecable, como Miguel Ángel Gil.
Después de nuestra cuarta visita a este maravilloso proyecto vinícola en Jumilla, salimos cargados de admiración por el buen hacer y el impresionante desarrollo que ha experimentado desde que en la añada 2002 la Familia Gil pusiera su primer vino en el mercado estadounidense.
Aquella visión de Miguel Ángel Gil de convertir la Monastrell del maravilloso suelo franco-arenoso de la zona en un vino de talla mundial se ha hecho realidad. O más bien, lo fue desde el principio. Un profesional con una experiencia inigualable que revolucionó —y sigue revolucionando— la forma de entender el vino de calidad, con volumen y a un excelente precio.
Una bodega que volvió a situar el vino jumillano en el mapa de la calidad mundial, que ha sabido crecer como pocas en España y que, además, es un gran modelo de muchas cosas que aquí te cuento.
Propietarios de 11 bodegas repartidas por todo el territorio nacional
No hacen marketing “vacío”, no embotellan vino de otros para venderlo como propio. Cuentan con equipos especializados en la agricultura en todas las zonas donde elaboran sus vinos, poseen bodegas propias para vinificar y, en todas ellas, son un referente en el arte de hacer las cosas bien. Sobre todo, en la producción de buenos vinos. No conocemos otro modelo igual: allá donde van, generan riqueza con una estructura de costes muy bien definida y productos que, en la mayoría de los casos, superan la media.
Miembros del exclusivo grupo de bodegas comprometidas con el cambio climático (Categoría Oro)
Gracias a su enorme trabajo en sostenibilidad y compromiso con el entorno donde elaboran sus vinos, forman parte de un grupo selecto de bodegas con certificación en sostenibilidad. Aunque en España esto aún no es tan relevante para el comprador (una pena, cuando además implica cuidar nuestro propio país) en el mercado internacional tiene un enorme valor, donde comercializan el 50% de su producción.
Tecnología
El grupo es un referente en innovación tecnológica, no solo en los procesos habituales, sino también en avances que van más allá:
- Robotización de su almacén logístico.
- Selección exhaustiva de la uva mediante técnicas similares al reconocimiento facial, aplicadas a las uvas.
- Trabajo con inteligencia artificial para aspectos clave del futuro, como la vendimia en viñedos no adaptados a la mecanización.
Tendencias
Son, y seguirán siendo, pioneros en el desarrollo de tendencias clave en el mundo del vino. Gracias a su gran interés y a una fuerte inversión económica, están innovando en:
- Vinos desalcoholizados o ‘0,0%’. Aunque aún puedan parecer un nicho, están globalizando el mercado mediante la mejora continua de diversas técnicas en proceso de evolución. ¡Muy interesante!
- Vinos con baja histamina, sin sulfitos añadidos y con técnicas de crianza más ligeras. Vinos igual de sabrosos y exitosos, pero con un enfoque más saludable y accesible. ¡Se avecinan grandes vinos!
En definitiva, no podemos estar más orgullosos de tener la inmensa fortuna de caminar junto a ellos en nuestro proyecto empresarial. Nos ayudan a ver más allá, a mejorar continuamente, a autoexigirnos para llegar más lejos y a ofrecer al mercado vinos de alta calidad con precios altamente ajustados.
Creo que, a veces, no somos conscientes de la suerte que tenemos de que estos vinos se produzcan aquí, de que aporten a nuestro territorio mucho más que vino y de que compitan no solo en las grandes ligas del vino de calidad, sino también entre las grandes empresas españolas que hacen crecer y posicionar a nuestro país en el panorama internacional.