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Vinófilos
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Hace unos días e invitado por mi amigo Josep Serra de Bodegas Octonia en Montsant he tenido la suerte de asistir en Burdeos a lo más extraordinario que hasta ahora he conocido en el mundo del vino: La excelencia y la elegancia llevada a niveles realmente de ensueño de la mano de la asociación de Grand Crus de Burdeos.
 
Este evento, de una tradición antiquísima en la región, muestra al mundo profesional del vino, las caraterísticas de la última añada elaborada en la zona (es decir la 2015) y deja en el paladar de los asistentes una muestra de lo que dos años despúes podrá salir al mercado. Un método que busca que los presciptores y compradores mundiales (negociants) conozcan la calidad de la añada y le pongan precio. Que ya les digo que este año va a ser alto, porque esta añada es una de las mejores de los últimos 15 años, no sólo en Burdeos, sino en gran parte del mundo.

Es importante estar aquí para palpar muchas cosas que me gustaría detallarles para entender el negocio:

1.- Si la cosa va bien, los grandes ‘Châteaus’ de Burdeos venderán el 90% de su producción casi dos años antes de tenerlo en el mercado. 

2.-  Todos los que no pueden o no quieren pagar los elevadísimos precios de estos vinos (es decir casi todos menos los Franceses y el mercado asiático) comprarán bajo ese paraguas muchos vinos más ecónomicos que llevan el sello de los grandes enólogos de la región.

3.-  Aquí no se habla nunca del vecino, se habla de la región, de la uva, del método y de que… «chico, si no aprecias esto… no sabes de vino». Unión por encima de todo.

4.- El vino es imporante sí, claro, pero la puesta en escena lo es mucho más. La sobriedad, la elegancia, la ambientación, la sensación de que atraviesas las puertas del cielo vinícola, es fundamental. Porque bajo esa sensación de cultura, peso histórico y opulencia todo sabe mejor.

5.- La bodega, el entorno, el restaurante, el hotel, la limpieza… Todo es muy importante. ¡Que no se respire misería! Nada es casual allí.
En definitiva: hay que mejorar, hay que pensar en un legado, tienes que amar lo que haces y defenderlo con uñas y dientes. Y si lo haces bien, eres serio y crees en lo que haces algún día tú, o tus hijos o tus nietos… serán
Burdeos.

À bientôt!