Hablar de Raventós i Blanc es hacerlo de una bodega histórica en nuestro país, y en Sant Sadurní d’Anoia en particular. Histórica por los muchos años de trayectoria y también por un hito que no debe pasar nunca desapercibido: Fue Josep Raventós i Fatjó a finales del siglo XIX el creador del primer espumoso de método tradicional que se elaboró en España. Por supuesto con uvas autóctonas de su finca.
Esto quiere decir que replicó en nuestro país el método Champenoise que aprendió en Francia y que tanto prestigio estaba obteniendo a nivel internacional. Por tanto en la bodega de la familia Raventós se embotellaron los primeros ‘cavas’, capaces de competir con los vinos chispeantes más famosos del planeta.
Viñedos y casa familiar de Pepe Raventós
Estamos ante vinos espumosos de alto nivel provenientes la cuenca del río Anoia, la “milla de oro” de las burbujas en nuestro país. De siempre han sabido que sus fincas tenían un potencial tremendo y la calidad de sus vinos año tras año era excepcional. Hoy además, gracias a recientes descubrimientos se saben los porqués. El paso del río por la cercanía de su finca ha hecho aflorar tierras de origen marino –de unos 16 millones de años- en las que han encontrado una gran cantidad de fósiles.
Fósiles marinos encontrados en los viñedos
Y es que este valle estuvo cubierto por el mar Mediterráneo, formando un gran estuario limitado a ambos lados por las montañas. Por ello encontramos en sus vinos una formidable mineralidad y salinidad que estos suelos aportan junto a la proporción de arcillas, limos y arenas, que dotan al viñedo de una reserva hídrica excelente para el cultivo de la vid.
Cinco siglos de viticultura, tradición y familia. Una de las tradiciones vitivinícolas documentadas más antiguas del mundo. Josep María Raventós i Blanc funda en 1986 la bodega bajo la marca Raventós i Blanc y hace realidad el sueño de un espumoso “de finca”, con la tipicidad de la zona y un enfoque claro que destinaba a sus espumosos al mercado de los mejores del mundo.
En ese objetivo continuo, hace unos años tomaron una decisión difícil que ya ha quedado demostrado que fue acertada: Salir de la DO Cava. Fueron varias las razones que llevaron a la familia Raventós a tomar una medida tan drástica que afectaba a muchos niveles, incluyendo el riesgo económico a corto plazo. Una de las razones más importantes fue la de distanciarse de un mercado que ponderaba la cantidad por encima de la calidad –algo que va en línea opuesta a su filosofía. Decidieron reclamar un origen propio que denominan “Conca del Riu Anoia” y desde entonces sus etiquetas coexisten en el sector dentro de la línea del producto de calidad, del espumoso de terroir, de añada, de clima y verdad.
Equipo de viñedo haciendo una pausa durante la vendimia
Hoy es Pepe Raventós, quien representa a la vigésimo primera generación, quien está asentado dirigiendo el proyecto. Apasionado de la naturaleza, de su finca y de la auténtica granja que ha creado en sus tierras, avanza incansable en la búsqueda de la excelencia convencido de estar trabajando por un mundo mejor, por una bodega mejor, como legado para las futuras generaciones de la familia.
Vive con su mujer y sus hijos en el propio viñedo, al que se dedica en cuerpo y alma. Desde hace unos años, orientando la trayectoria de Raventós i Blanc hacia el cultivo ecológico, la mínima intervención y aplicando metodologías biodinámicas.
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