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Paisaje Vinedos Ochoa Bodegas Vinofilos

Vuelvo enamorada de Olite, un pueblo muy pequeño y espectacularmente precioso situado a unos 30 km de Pamplona, donde hemos tenido la oportunidad de visitar Bodegas Ochoa.

El apellido Ochoa  lleva muchos años en esa villa produciendo los vinos más prestigiosos e históricos de Navarra. Bodega familiar de 6 generaciones, capitaneada por Javier Ochoa (ya jubilado), una de las personas con más prestigio en el mundo del vino del país y que ha sabido transmitir toda su pasión a su familia, que lo apoyan incondicionalmente en este proyecto. Incluyendo por supuesto a su mujer Mariví que le ha dado durante muchos años el alma a la bodega. Sus hijas Adriana (actual enóloga del proyecto) y Beatriz dirigen el trabajo en el campo, en la bodega y la comunicación y el marketing. Saben trabajar perfectamente desde la tradición, con el ejemplo claro del Ochoa rosado de Lágrima, y en la libertad e innovación, con otro ejemplo: el Moscato de Ochoa. Una familia sencilla, culta, y apasionada por el vino.

Los vinos Ochoa se clasifican en tres grupos:

-Serie Javier Ochoa, recoge los seis vinos más conocidos y es la más tradicional, en la que Javier asegura una gran calidad, vinos muy gastronómicos.

Vinos serie Javier Ochoa

-Serie Adriana Ochoa, se reconocen por el rasgo 8A, heredada de la firma de su abuelo, es la serie más innovadora. Acoge a cuatro vinos.

serie 8A de Adriana Ochoa

-Serie Calendas, “Siempre hay una luna aunque no la veamos” ese es el lema de estos cuatros vinos que forman esta serie. Son vinos jóvenes, los más frescos y afrutados ideales para trabajar por copas.

Serie Calendas Bodegas Ochoa

En nuestro paso por la bodega he visto claro algo que será difícil de olvidar, el trabajo que hacen en la viña y el respeto que tienen por la naturaleza, todo su viñedo esta en propiedad y alcanza una extensión de 147 hectáreas, 9 variedades de uvas plantadas y todo ello controlado por Adriana con un equipo de trabajadores, porque lo más importante es el trabajo en el campo.

No puedo olvidar darle un guiño a Pablo y agradecerle su tiempo y profesionalidad.

¡Gracias familia Ochoa, amenazamos con volver!