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CERCA DE 80 PROFESIONALES DEL VINO ASISTEN A LAS CLASES MAGISTRALES DE PACO DEL CASTILLO ORGANIZADAS POR VINÓFILOS

El pasado lunes 21 y martes 22 de septiembre, en Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria respectivamente, tuvieron lugar dos clases magistrales bajo el título “Panorámica actual de los vinos tintos españoles”,  impartidas por Paco del Castillo (Madrid, 1953) uno de los más destacados formadores del sector a nivel nacional. Entre ambas convocatorias se alcanzó la cifra de 77 asistentes. Desde la distribuidora Vinófilos damos continuidad de esta manera a nuestros programas formativos dirigidos especialmente al personal de sala, sumilleres, camareros, así como a otros profesionales hosteleros, bodegueros y amantes del vino en general. Desde esta empresa entendemos que de nada sirve lamentarse de la falta de formación existente en el sector (en Canarias y en el resto del país) y no tomar parte activa para mejorar esta situación. Mejorando con ello las ventas, ayudando al hostelero y fomentando la cultura del vino aún más allá del restaurante, llegando al consumidor final y mejorando su experiencia gastronómica.
Del Castillo dirigió una clase magistral en la que hizo un amplio recorrido por las diferentes zonas de producción de España, orientado hacia los vinos tintos en concreto, analizando el devenir de las diferentes denominaciones de origen en los últimos tiempos. Comenzamos con un tinto roble de Bodegas Tajinaste de Tenerife que resultó sabroso, fresco y equilibrado, para continuar con Agala Altitud 1175 de Bodegas Bentayga (Gran Canaria) en el que el ponente encontró mucha fruta, notas vegetales y frescura. Llegó el turno del tinto Abadía de Gomariz 2010 de la D.O. Ribeiro que se mostró un poco cerrado en nariz al principio para posteriormente convencer a la gran mayoría de asistentes. Un gran vino. 

Posteriormente pasamos a probar Tierra Crianza 2012 de Bodegas Agrícola Labastida en Rioja Alavesa. Para Paco del Castillo se trató de un vino «muy bien hecho». «Con cierto perfil comercial no exento de calidad; Es un vino agradable, con un toque de madera que gusta mucho, algo de coco, bien de acidez, sabroso, buena textura y final de boca bastante aromático». Después probamos Atteca 2013, de la D.O. Calatayud. «Con un fondo de fruta, fresa muy madura, notas de madera muy agradables en conjunto. No se le puede poner ninguna pega. Este tipo de vinos están en auge en su zona. En boca es expresivo, más que en nariz. Muy gastronómico, para comer con platos intensos, carnes con grasa, como una carrilleras, por ejemplo». Un vino de guarda que evolucionará estupendamente en botella.

Entramos en Jumilla con Bodegas Juan Gil y su Crianza 2013. «Nariz golosa con tonos dulces. Tiene un tono cercano a la confitura de tomate, aromas a monte bajo. Se nota el alcohol aunque no me parece molesto. Notas balsámicas. En boca es seco aunque vuelven sus aromas dulces. Es corpulento, sabroso. Un poco más de botella no le vendrá mal. Un buen monastrell con una madera bien trabajada». Posteriormente probamos Alaya Tierra, de la D.O. Almansa. Garnacha Tintorera que compone un vino «intenso de color, bien de acidez. Corpulento pero fluido. Sabroso, con un final frutal y balsámico. Lo tomaría tambíen con algo con mucha grasa. Un plato de rabo de toro, por ejemplo». 

El siguiente vino fue Les Crestes de Celler Mas Doix. Un vino de la D.O.Q. Priorat que gustó mucho a Paco del Castillo. «Especialmente en nariz por su mineralidad, que me retrae a la infancia. Huele a mina de lápiz, a sacapuntas. Aromas propios de los prioratos bien hechos. Fruta muy madura. En boca está muy bien. Acidez un poco punzante. Sabroso, corpulento aunque fluido. Tiene una larga vida en botella, va a evolucionar muy bien». Pasamos posteriormente a probar un Abadía Retuerta Selección Especial 2010 riquísimo en nariz, con «especias negras, clavo, pimiento… Tiene un perfil bordelés que en boca resulta fantástico, en parte porque estamos catando botellas magnum. Es un vino con un futuro fantástico en los próximos dos/tres años. El último vino de la tarde nos llevó a Ribera del Duero en un tinto soriano como Antídoto, de Hernando y Sourdais. «Sabroso, un poco cerrado en nariz. Es uno de estos vinos sin una larga crianza que merece la pena oxigenarlo, incluso decantarlo. ¿Por qué no?

Esta edición de nuestras clases magistrales resultó la más numerosa en cuanto a la asistencia de alumnos. Sin duda el curriculum de Paco del Castillo tuvo magnetismo suficiente como para completar las matrículas teniendo incluso que dejar a algunas personas sin plaza por la imposibilidad logística y de calidad del evento. Para Vinófilos esto nos satisface de manera evidente pero representa también para nosotros un compromiso de continuidad y calidad que nos anima a continuar organizando este tipo de cursos.