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Hace mucho tiempo que me ronda por la cabeza este mantra: No regales el vino, añádele valor. ¿Sabes por qué? Porque nunca he entendido eso de que para vender hay que regalar. ¿Conoces algún gran restaurante que regale el vino? ¿Conoces alguna gran bodega que regale el vino? ¿Conoces algún gran profesional que regale su trabajo? Y entonces… ¿Por qué llegar hasta el cliente regalando? ¿Por desbancar al contrario y no hacer un buen trabajo, profesional, que sea realmente el determinante de la compra?

¿Muchas preguntas, verdad? Para mi una única respuesta deriva de todas estas preguntas y es: ¡NO! Tajantemente: NO. Nadie que tenga en el mercado una posición ganada a base de respeto, esfuerzo, continuidad… En definitiva, por calidad, regala su producto. Lamentablemente en el vino, gracias a la copia de modelos sin innovación, a seguir la senda marcada, a la falta de amor real por el sector y el trabajo que conlleva, la empresas de distribución y algunas bodegas creen que la mejor manera (y más rápida) de introducirse en el mercado y «posicionarse» es regalar. Comprar neveras, dar dinero, tirar el precio del vino al suelo… Todo nuestro equipo y yo mismo, hemos defendido desde siempre lo contrario. La calidad y la profesionalidad como argumento de ventas. Y sí, claro que alguna vez hacemos ofertas, bueno estaría, pero siempre a aquellos clientes que ya han hecho un esfuerzo y que creen fielmente en el producto.

Todos hacemos la marca, todos somos embajadores de nuestras bodegas y por encima de ello de la tierra de la que provienen estos vinos. Y como profesionales tenemos que ser más respetuosos con la historia, el origen y la tradición vinícola. No quitarle valor a un producto cargado de magia y esfuerzo.

En Vinófilos queremos que pienses, que investigues, que saborees, que analices, que busques y que sientas. Que te enamores del vino por él mismo, que tengas ganas de venderlo, de presentarlo a tus clientes, de contarle una historia de su viñedo. Queremos que le añadas valor, que el cliente sienta esa magia, que capte el esfuerzo que conlleva y conozca su territorio, que paladee su tierra desde la cómoda silla del restaurante. No queremos que lo regales, que lo ningunees, que lo tengas a cambio de una nevera, de un ‘Coravin’, de una promoción, que te lo hayan cambiado por invitarte a comer, a viajar… Creo firmemente que este es uno de los grandes males por lo que es tan difícil beber vinos buenos en los restaurantes de este país, por la mala cultura del regalo y porque pocos se han preocupado de darle valor a la botella de vino.

Nosotros seguiremos fieles a nuestra idea: FORMACIÓN+ASESORAMIENTO+ DISTRIBUCIÓN. Queremos seguir uniendo todos los eslabones de la cadena de distribución, aportar nuestro granito de arena a la mejora de los profesionales, a la satisfacción del cliente y al aumento del turismo de calidad en el archipiélago. Queremos vender Más que vinos. ¡Queremos vivir muchos años de esto y dejar un mercado del vino mejor que el que encontramos!

Mario Reyes sumiller Vinófilos