Nuestra querida Enoteca El Zarcillo cumple 20 años, justo hoy lunes 18 de enero de 2021. Parece mentira. Es un tópico eso de que “la vida pasa muy rápido” y aún cuando somos conscientes de ello, se nos sigue escapando el tiempo de las manos.
Aún recuerdo cuando subiendo con Goya (mi madre) por la carretera de Tafira, me señaló aquel local de la esquina de la plaza de Tafira alta, y me dijo: “¿Por qué no preguntas? Este local me da buena espina…” Ese olfato de empresaria que siempre tuvo.. Ahí empezó esta travesía de 20 años que poco, por no decir ningún mal sabor de boca me ha dejado. Y en la cual me siento inmerso, en un continuo proceso de mejora y avance.
Desde ahí y con la impagable ayuda de Betty y Javier (El Rincón de Betty), Rosy (mi mujer) y un sin fin de amigos/compañeros de trabajo, hemos sido siempre un referente del buen hacer, honesto, sencillo, sensato y cariñoso. ¡O eso creo!
Me dejaré a muchos por el camino seguro. Pero no puedo dejar de acordarme de Patricia, Carlos y Gonzalo… Gente maravillosa que aún sigue en este tren. De Esther, José Luis, Tero, Eva, Nayra, Milé, Moisés, Lorna, Rubi, Phillipe, David, Néstor, Alba, Cristo, Ronald, Duvan, Elieset, Armando, Hugo, Jonás, Daniel, Sergio, Daniela, Antonio, Jennifer, Rogelio, Jessica… O gente que se ha incorporado más tarde pero que aún están aquí como Tere, Paco, Génesis, Michelle, Elisabet, Alejandro, Carlos Vega, Irene, Carolina, José Miguel, Tania… Hemos traído el barco hasta este puerto, sabiendo que nos quedan océanos infinitos en los que dejar huella de un modelo de negocio basado en el vino y en la gastronomía.
El Zarcillo es un lugar especial. Siempre lo fue. Su historia como oficina de correos, o la famosa tienda de Santiaguito Espino, una “Abacería” que vendía productos de calidad (lo que hoy se llamaría una ‘Tienda Gourmet’) ha dotado a este espacio de un carácter cercano muy entrañable.
Su ubicación y el propio edificio son singulares y especialmente bonitos. Para mi equipo y para mi ha sido un auténtico reto haber hecho funcionar este local, situado en las afueras de la ciudad. Y haberlo hecho durante tantos años nos llena de satisfacción.
Sin lugar a dudas les estamos muy agradecidos a Tafira y los barrios colindantes, y a los miles de clientes que nos han depositado su confianza, convirtiéndonos en su lugar de ‘peregrinaje’ durante tantos años. Como digo muchas veces cuando con frecuencia veo cómo la gente entra y se saluda, vecinos, amigos, familiares… Somos el “bar de pueblo” del siglo XXI.
Así que simplemente escribo estas letras para agradecer a todos los nombrados y a los ausentes el cariño, el esfuerzo y la confianza que han mostrado todos estos años y que han dejado huella en nuestros corazones.
Mi compromiso es llevar este local a ser uno de los referentes gastronómicos de Canarias y esforzarnos por seguir subiendo el nivel. Avanzar hacia un modelo de Restaurante Gastronómico en el que este 2021 estamos trabajando fuertemente. ¡No bajamos la guardia por muchas situaciones adversas que nos puedan sobrevenir!
Este año y como hecho anecdótico de ese aniversario, haremos muchas cosas y programaremos iniciativas que nos harán felices. ¡Nos vamos a divertir!!
En esta mirada al pasado no puedo evitar que me venga a la mente aquella frase mágica:
«Lo consiguieron porque no sabían que era imposible»
Jean Cocteau