El trato con mimo está garantizado en Champagne. Con prácticas como la prohibición de cosechadoras mecánicas, haciéndose todo a mano y siendo transportado en pequeñas cajas de plástico para minimizar daños. Que cada pueblo cuente con una zona de prensado también garantiza una pronta obtención de los mostos y la no oxidación y coloración por parte de las pieles (en el caso de las uvas tintas pinot noir y meunier) Todo, en la búsqueda de la excelencia.
Las grandes casas de Champagne, los Champagnes de Vigneron, Blanc de Blancs, Blanc de Noir y muchos otros conceptos y variedades que hemos visto a lo largo de este mes del espumoso en otros artículos, dejan a las claras que estas particularidades consiguen sin duda que el Champagne pueda ser considerado para muchos como «el vino del éxito».
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